Ya comenzó a regir la nueva normativa de envases y embalajes de la Ley Rep o Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje. ¿Pero qué significa o implica esto?, ¿cuáles son los desafíos?, ¿qué beneficios acarrea?, ¿a qué se deben comprometer las empresas? El objetivo es que nosotros, como industria, nos responsabilicemos por nuestros productos, mediante la prevención y control de la generación de residuos y de su recuperación y reciclaje.

En otras palabras, esta ley insta a fabricantes e importadores de seis productos prioritarios a recuperar un porcentaje de ellos, una vez que terminan su vida útil. Es decir, cuando se transforman en residuos. Lo interesante y desafiante de esto, es que no solo las compañías se hacen más conscientes, sino también las nuevas generaciones que tienen ganas de contribuir al cuidado del medio ambiente y están expectantes al compromiso de las empresas en este tema. Y eso es lo que hace la Ley Rep: poner este tema sobre el tapete.
 
En el caso de los envases y embalajes industriales, durante los cuatro primeros años de vigencia de las metas, los productores podrían cumplir hasta un 100% de cada subcategoría (metal, papel y cartón y plástico). Pero dando una visión más general, todos debemos desarrollarnos con miras al futuro, a los nuevos tiempos. En el fondo, es mejorar lo que hoy hacemos bien, y ocupar la tecnología y la mente para innovar en mejores soluciones. Además, creemos que siempre debemos incorporar el tema sustentable a lo que hacemos. En este sentido, es importante que las nuevas legislaciones del tema estén siempre en línea con el tema sustentable. Ideal que sea ley reciclar, como un concepto de nuestras vidas.
 
Por ejemplo, una manga termo contraíble, a pesar que tiene muchos componentes que no son ecológicos, como el mismo material PETG, tiene ventajas muy importantes al hacer que se disminuyan inventarios inmovilizados en los clientes. O también poder reciclar en forma efectiva, al tener la opción de sacar la etiqueta del envase de aluminio o de una lata, y botar como basura, mientras que el envase lo reciclas al 100%.
 
Muchos tarros, sprays, latas de bebidas y cervezas, van directamente impresas, lo que hace imposible su reciclaje. En Japón, que es un país muy ordenado y disciplinado, es donde más se consumen etiquetas termo encogibles en el mundo. Tienen la disciplina de una vez consumida la bebida o producto, ellos mismos sacan la etiqueta TMC, y la botan. Eso es economía pura, y ahí están los desafíos del futuro. Adaptarse a la velocidad de los cambios y estar siempre pensando en mejorar el concepto de economía sustentable en el tiempo para todos.
 
Juan Ignacio Molina
Gerente General
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